ENSAYO
SOBRE EL PENE
Por
CLARISSA
Título: ENSAYO
SOBRE EL PENE
Autor: CLARISSA
Dibujos realizados
por: CLARISSA
Edición Fanzine
Facebook: https://m.facebook.com/clarissamadridOFICIAL
e-mail:
rportillomazayoua@gmail.com
Impreso en México.
Mayo, 2022.
ENSAYO SOBRE EL PENE
- “¡VETE A LA
VERGA!”
Así fue como me
respondió una hembrista cuando le pedí que me mostrara sus pechos aquel 9 de
marzo de 2022 sobre Avenida Reforma.
Fue entonces
cuando me pregunté lo siguiente:
¿Se han dado
cuenta de que toda la vida del mexicano gira en torno a “la verga”?
Pero ¿Por qué?
¿Qué tiene en especial la verga? Digo, no es algo precisamente bonito, a las
mujeres les duele cuando la tienen adentro, o bueno, eso es lo que ellas nos
hacen pensar, porque una vez ya adentro cómo la disfrutan, eso sin mencionar el
cómo la “maman”.
Unos segundos
después comprendí la importancia de la verga en las familias mexicanas, ya que
en una familia mexicana a la hora de comer en una mesa redonda- como la Coca
Cola- nunca debe de faltar una verga, y es que es de verdad que nuestras vidas
dependen de la verga, al final de cuentas todos vinimos de ella, nacimos de ella,
necesitamos de ella para mantener con vida a la humanidad, los animales también
la necesitan. La Biblia lo declara muy claramente en Juan 1.1:
“Dios en un principio era la verga y la
verga era Dios”.
Nosotros los
hombres cómo disfrutamos de la verga también, y- a excepción de que uno sea
puto- me refiero a que nos den una buena estimulación en el “pene” (que es su
nombre original), y las mujeres aunque aleguen que con sus deditos pueden darse
placer a sí mismas- que tal vez sí sea cierto de que pueden darse placer- al
final del día siempre van a necesitar de una buena polla para sentirse
conectadas con su verdadera naturaleza, aún las “lesbianas”- y me consta-. Pero
la mujer decide cuándo hacer uso de la “chota”, incluso la más lesbiana de
todas, en ese punto no importa de quién sea la pija, si la quieren usar la van
a usar, es entonces cuando los hombres también deben hacer uso de su instinto
carnal para poder “pensar con el pito” una buena estrategia que sea mejor a la
del contrincante y así conquistar a la dama deseada.
Lo que me hizo
pensar que el pene también es paciente, pero al mismo tiempo no- Ah, chinga,
¿cómo está eso? Se preguntará el lector, descuida, yo de igual forma reaccioné
así la primera vez que pasó eso por mi cabeza-. Sin embargo, después de unos
momentos de reflexión me percaté de que el pene sí es paciente, nosotros los
hombres- nuestro cerebro- somos los que no somos pacientes, eso explica cómo es
que algunos hombres pueden tener el pene dormido aun cuando tienen a una mujer
desnuda frente a ellos, ¿o tal vez será porque están cohibidos? Pero para nada
tiene que ver con el control mental del sexo, el hombre no tiene control mental
del sexo, “si se te pone paraguas se te pone paraguas”- A mí por ejemplo se me
para luego-luego después de un beso inofensivo, trato de pegar más mi pene a la
vagina de la mujer en cuestión para sentirla aunque la mezclilla sea el
obstáculo entre esa conexión y ligeramente la roso o le doy unos buenos
“pitazos a mezclilla” para que me entiendan-.
De este modo, hablar
del pene es muy complejo aunque no lo parezca, hablar del pene es como hablar
del dios Quetzalcóatl, sí, la Serpiente Emplumada, hasta el mismo nombre hace
referencia a su honor (¿Quieres conocer a mi “serpiente emplumada”?), porque
hay un Quetzalcóatl personificado, pero también está el Quetzalcóatl
mitológico, significativo y metafórico. Así bien, lo mismo pasa con la verga,
porque decimos, por ejemplo:
“¡VALE VERGA!”, que es una expresión de
queja.
Y con esto
pregunto: ¿de verdad estamos hablando de la misma verga con esa expresión? ¡No!
¡Claro que no! Es una verga metafórica, por supuesto que no hablamos
precisamente del miembro viril. Entonces podemos decir que la “pinga” es un
componente que se desglosa en dos partes independientes cuyas formas pueden ser
vistas de diferentes maneras según el observador. Hasta el dios Quetzalcóatl
tuvo la dicha de comprender ese concepto antes de nuestra existencia, no por
algo se llamó ¿”Serpiente Emplumada”?
¿Qué chingados es
el pene entonces?
Según su
etimología data de un chingo de miles de años atrás, viene del latín “penis”, no
obstante otras fuentes declaran que la palabra “pene” data del indoeuropeo
“pes”, y esta palabra no sólo se refería al miembro viril, sino que también
hacía o hace referencia a las colas y a los rabos, por lo que cualquier cosa
como los lápices, pinceles, o todo lo que tuviese rabo según es un pene.
¿Así que el culo
de una vieja es un pene?
No digas mamadas, Clarissa,
recuerda que en México la ley universal carece de importancia, aún en el léxico;
las reglas gramaticales en México no funcionan al cien por ciento como
deberían. Si en México se aplicara esa supuesta versión del “pes”, entraríamos
entonces en ese problema a la cual llamaríamos “La Paradoja Penética”, donde sí
haríamos referencia al culo de las mujeres como el pene femenino, pero no nos
alucinemos tanto, limitémonos a la realidad.
Aquí el pene es un
símbolo patriótico muy importante sólo después del águila devorando a la
serpiente sobre el nopal. Recuerda que todos los héroes de la patria tenían
pene, hasta la Leona Vicario tenía pene ¡Cómo chingados no!
A lo que voy con
todo esto es que sí, vivimos tal vez en un país muy machista, misógino o como
quieran llamarle, toda nuestra historia como mexicanos está basado en el “pilín”
porque los que han formado este bello y, al mismo tiempo, culero país en su
mayoría han sido hombres, machos, y de cierta forma el pene también da miedo… y
asco. Hoy las hembristas quieren feminizar todo, sin embargo es difícil, no se
puede, porque es más culero y espantoso decir: “¡Vete a la verga!” que decir
“¡Vete a la pucha!” o “¡Vete al coño!”, la palabra “verga” pesa mucho,
incomoda, y la palabra “coño” hasta se antoja de nada más escucharlo. Y si de
esas hablamos, si es así la cosa, yo con gusto me voy las veces que quieran a
la “pepa”, con gusto todos nos vamos a la vagina, hasta las lesbianas van a querer
irse al “río”.
Y no debemos dejar
de soslayo el lenguaje mexicano que ya mencioné con anterioridad, sí, ese caló,
esa jerga que siempre nos hace recordar al miembro masculino, porque si de por
sí todo el lenguaje mexicano es albur, es ilógico que no se hable del pene en
sus contextos locochones.
Así pues, vemos
que existen una infinidad de expresiones referentes a la “chora”. A parte de la
mencionada antes podemos agregar otras muchas frases comunes como:
“Me vale verga”,
que quiere decir “no me importa”.
“Ese güey es bien
vergas”, que lo traducimos como “aquel tipo es muy bueno, muy talentoso, muy
algo”, varía según el contexto de la conversación porque hasta se puede referir
a que la persona cae bien.
“¡Vete a la
verga!”, que solemos decir cuando queremos que nos dejen en paz o cuando no
creemos algo que nos están diciendo.
Es muy importante
conocer el contexto de la conversación en que se manejan estas palabras porque
aunque se use la misma palabra en una oración, el significado puede variar.
Otras frases que
podemos encontrar referente al pene son:
“Ponte verga”, que
lo usamos para decirle a alguien que se ponga alerta, o que se “ponga vivo”.
“A’y te va la que
hace hijos”, que es una frase que usamos para decirle a alguien que se quite de
nuestro camino.
“¡Te va a cargar
la verga!”, esta es una frase amenazadora, la usamos ya cuando nos tiene harto
una persona y advertimos con atacarla. También se puede usar la palabra “riata”
en lugar de “verga”, pero la primera no se oye tan amenazante como la segunda.
“Anda la verga
voladora”, la decimos cuando alguien está en la lela.
Otro ejemplo es cuando
alguien nos dice “a ver”, le respondemos “¿a ver? Si no es verga”, por supuesto
queremos decir que no se meta en lo que no le importa.
O también hacemos
referencia de ella sin tener que mencionarla, como por ejemplo cuando alguien
dice “estoy cansando”, nosotros le respondemos “siéntate”, pero eso ya es un
tema de albur, asunto del que tal vez luego me ocupe.
Y podemos hablar
de una gran infinidad de temas sobre el pene, pero para ello tendríamos que
escribir una antología completa, cosa de la que no estoy interesado en hacer,
sólo quise hacer esta pequeña observación porque me pareció bastante
interesante- claro, tampoco soy un filósofo ni mucho menos un intelectual de la
“pinga”-.
Finalmente y como
conclusión hago énfasis a esta pregunta: ¿Algún día desaparecerá el pene del
lenguaje mexicano? ¡No! ¡Jamás! No al menos en esta era, el pene para el
mexicano es tan importante como los tacos- cosa graciosa porque así también
solemos llamar a la polla-, el pene es nuestro modus vivendi, es lo que nos
representa como mexicanos, algo de lo que debemos sentirnos orgullosos. El pene
es el pene a pesar de lo que diga la oposición.
En fin.
Esta inquietud me
provocó una buena bofetada de aquella hembrista y con eso el “pito” se me puso bien
paraguas porque los pechos de esa chica le rebotaron cuando me dio tal
cachetada.
Y ya para cerrar
el tema me gustaría dejarles esta pequeña lista de cómo es que solemos llamar a
“la verga”, al menos, aquí en México por orden alfabético (se presentan 85
formas existentes) y a pesar de que existen muchas formas de nombrar al pene,
la más común que se usa en México es “verga”.
Las siguientes palabras
son:
01. Amiguito.
02. Anaconda.
03. Aparato
reproductor masculino (éste suena más intelectual).
04. Babosa.
05. Banana (así le
dicen los que se sienten gringos).
06. Bastón.
07. Brocha.
08. Cabezón (o
Cabezona, como le quieran llamar).
09. Camarón.
10. Camote.
11. Carne.
12. Casco Alemán.
13. Chile.
14. Chino tuerto.
15. Chora.
16. Chorizo.
17. Chosto.
18. Chota.
19. Churro.
20. Corneta.
21. Escroto.
22. Éste.
23. Ete.
24. Falo.
25. Flauta.
26. Flecha.
27. Ganso.
28. Garcha.
29. Garrote.
30. Glande.
31. Gusano.
32. Huesuda.
33. Japi
(contracción de pija).
34. La que hace
hijos.
35. La que escupe.
36. Longaniza.
37. Macana.
38. Machete.
39. Manguera.
40. Mástil.
41. Mazacuata.
42. Miembro.
43. Miembro Viril.
44. Morena.
45. Nepe (porque
si no Feisbuk nos censura).
46. Nutria.
47. Ñonga.
48. Pájaro o Pajarito.
49. Palanca.
50. Paleta.
51. Palo.
52. Paquete.
53. Pedazo.
54. Peluda.
55. Pene (que es
su nombre original).
56. Penélope (más
discreto).
57. Penicilina.
58. Pepino.
59. Pescuezo.
60. Pico.
61. Pija.
62. Pilín.
63. Pinga.
64. Piolín (más
tierno).
65. Pipí.
66. Pistola.
67. Pito.
68. Plátano.
69. Polla (regalo
de los argentinos).
70. Poronga.
71. Prepucio.
72. Riata.
73. Salchicha.
74. Sin hueso.
75. Taco.
76. Tercera
Pierna.
77. Tilín.
78. Tronco.
79. Trozo.
80. Venenosa.
81. Venosa o
Venudo.
82. Verga
(obviamente).
83. Verija.
84. Víbora Ponzoñosa.
85. Virote.
Nota: Estas son
las palabras de las que yo me acuerdo que decimos, si alguien se sabe alguna
otra forma de nombrarlo a’y luego me lo dicen o me mandan un mensajito por el
feis.
A’y nos vimos
luego…
CLARISSA